¿Estás dispuesto?

Qué es disposición:

• Expresión de cortesía con que una persona ofrece su ayuda o su servicio a otra.
• Actitud ante las personas o los acontecimientos.
• Habilidad, soltura para hacer algo.
• Medio que se utiliza para llevar algo a cabo o conseguir un fin.

Recodemos que al recibir a Cristo, todos repetimos una frase que será un acuerdo para toda la vida y es: “Señor hazme la persona que Tú quieres que sea”.

Esta es la primera vez que hubo una disposición ante Dios y de seguro no conocíamos la profundidad de esta declaración.

Día a día nos vemos expuestos a enfrentar situaciones, donde nuestro carácter es reflejado en cada acción. Y de todas ellas no siempre salimos bien. Porque la mayoría de las veces no somos conscientes que Dios nos está confrontando con lo que aún abrazamos, “nuestra manera de ser”. Olvidamos rápidamente en nuestro caminar con Cristo, que una vez decidimos disponer nuestra vida a Su completa Voluntad. Y hoy vuelvo a preguntar: ¿Estas dispuesto?

Pablo en la carta a los Corintios habla sobre el dar, y les recuerda que en una oportunidad “comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo”, y luego dice “Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis”. Aquí se refiere a una acción, pero que tiene que ver mucho con la disposición. Además continúa con lo siguiente, “Porque primero si hay voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.” (II Corintios 8:10b,11 y 12).

Ciertamente nos vemos limitados a actuar según lo que vemos, tenemos o somos. Pero he aquí lo que tendemos a olvidar. Nuestra vida esta en manos de Dios, y esto significa que será Él quién hará la parte imposible para estos cambios.

Es importante enriquecrenos de la Palabra de Dios, y llenar nuestra mente con la Única Verdad que necesitamos conocer. En la segunda carta a Timoteo, Pablo dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”

Esto nos confirma que es necesario, no solo leer, sino también entender que es Dios a través de su Palabra, logra en nosotros provocar los cambios. Pero aquí hay que tener en cuenta lo siguiente; si aún continuamos dependiendo de nuestra carne, difícilmente dejaremos que el Espíritu de Dios obre en nosotros.

Esto lo hemos estudiado y escuchado infinitas veces, es más lo compartimos cada vez que evangelizamos. Y nos cuesta aplicarlo diariamente en nuestra propia vida, pero tenemos un gran consuelo y guía, en Efesios Pablo nos recuerda “para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu” (Efesios 3:16). Debemos depender completamente del Espíritu Santo, para que vivifique nuestro hombre interior (nuestro espíritu).

Pero vuelvo a repetir, estás dispuesto? Porque si Dios lo hace, tomará cualquier circunstancias para quebrantar nuestro hombre exterior, nuestra carne. Toda prueba o problema que estemos viviendo será para ser tratados y transformados a la perfecta Voluntad de Dios.

Dispón tu vida, tu espíritu, tu voluntad. Y verás que lo imposible de cambiar, será hecho posible por Dios para su Gloria.