jueves, 17 de junio de 2010

Nueva patria...


Si encuentro en mí un deseo que nada este mundo puede satisfacer, la explicación más probable es que fui hecho para otro mundo. Si ninguno de mis placeres terrenales lo satisface, eso no prueba que el universo sea un fraude. Probablemente los placeres terrenales jamás estuvieron destinados a satisfacerlo, sino a estimularlo, a sugerir lo real… Debo mantener vivo en mí el deseo por mi verdadera patria, que no encontraré sino hasta después de la muerte.
C.S. Lewis

viernes, 11 de junio de 2010

Un Mundo...


Las escenas que menos nos gustan pueden ser las más importantes para la historia que se está contando...
En mi presente, aparecen un sin fin de temas y descubro lugares difíciles de entender. Sé que he logrado con la ayuda de Dios, superar fracasos, tristezas y desilusiones. Pero me di cuenta que al tomar una importante decisión, de algún modo me topo con emociones ya olvidadas...
Hace poco volví a experimentar la desdicha, un dejo de frustración y mire mis sueños rotos. Fue como ponerme de pie frente a un largo camino, mientras que con mi corazón volvía la mirada y observo lo que ya no es parte de mi y con toda seguridad, experimenté que nunca más volvería a vivir. Es extraño, aquello tan esperado, anhelado y soñado ya no esté. Y ciertamente, sentí un vacío que se necesita llenar. Un espacio que quedó en blanco y necesita ser pintado de nuevos colores.

De pronto surge la agradable y real compañía de Quién ha sido la persona más real en mi vida. Se coloca junto a mí en el camino, toma mi mano y con una agradable sonrisa me dice: ¡Vamos! no hay que temer. Y mientras avanzamos me ayuda a entender que parte de esos vacíos, provienen o se mantienen desde mi niñez. Reconozco que no logro viajar hacia ese pasado y un frío hielo me hace experimentar dolor. Que hoy por hoy entiendo que es necesario para crecer y por sobre todo encontrar el Consuelo tan anhelado.

Y lo que hoy necesito plasmar en estas líneas, es que hay una realidad que proviene de otro mundo, y segura estoy que tiene que ver con esa Eternidad que anhelamos. Durante este proceso, Jesús de manera amorosa trae a mi memoria un recuerdo y junto a Él observo situaciones cotidianas durante las noches de mis 8 a 10 años. Sentada en el living de mi casa con mis hermanos y mamá, esperamos la llegada de papá. Y cada vez que el reloj marcaba las 00:00, mi mamá se ponía muy nerviosa y hacía que esas noches se volvieran más largas que de costumbre. Y al rato de habernos dormido, observo como saltamos de susto al saber que mi papá llega haciendo desorden y bulla... lo que provoca enojo y discusiones. Debemos arroparnos rápidamente y salir casi a escondidas de la casa.
Y así, asustados y como escapando de él, comenzamos a caminar una larga senda y a oscuras. Y es ahí dónde me veo caminando en medio de la calle, alejada de mi mamá y mirando el suelo con temor de levantar la cabeza y encontrarme con algo no agradable al frente y detrás de mi. Y Dios tan hermosamente toca mi hombro y me dice; Quiero que levantes tu cabeza y mires hacía atrás. Lo hago y a pesar de la pesada noche, logro ver que mis pisadas están siendo regadas de un color rojo carmesí. Tan nítida es la imagen que comprendí que Dios siempre estuvo conmigo en esas situaciones. Pero lo mejor, es que me enseña que Él ya se llevo el miedo e incertidumbre. Él está borrando el dolor.

Dios te muestra el mundo actual, el pasado y el por venir... Todo moviéndose hacia un fin que de alguna manera pone en los corazones y que hace que sueñes despierta y anheles alcanzar y aunque se desarmen, rompan o roben. Él los devuelve, porque su propósito es que no olvides que existe un lugar especial, dónde está nuestra morada y dónde volverás a vivir las situaciones desde otra mirada. Encontrando aquello perdido, olvidado o jamás experimentado: AMOR.

Sabes? hay veces que al cerrar los ojos, mi corazón anhela viajar a un mundo especial, a un paisaje lleno de árboles, flores y ricos aromas con un cielo maravilloso y con un cálido sol que rose mi rostro. Ciertamente es en anhelo de mi alma, el cumplimiento de que Él "ha puesto eternidad en el corazón".
Y estando en esos pensamientos, ciertamente se despierta el querer estar en ese lugar. Y lo que me hace muy feliz, es que ya tengo la promesa de que así será. Mientras tanto espero...