jueves, 10 de diciembre de 2009

Mi Alabastro...


“Reír es correr el riesgo de parecer tonto.

Llorar es correr el riesgo de parecer sentimental.

Acercarse a otro es correr el riesgo de involucrarse.

Demostrar sus sentimientos es correr el riesgo de demostrar su verdadero yo.

Poner sus ideas, sus sueños, delante de la gente es correr el riesgo de perderlos.

Amar es correr el riesgo de no ser amado.

Vivir es correr el riesgo de morir.

Esperar es correr el riesgo de desesperar.

Tratar, es correr el riesgo de fracasar”.


Meditaba en este texto hoy y me detuve en lo siguiente: Poner sus ideas, sus sueños, delante de la gente es correr el riesgo de perderlos.

Y me pregunte, ¿será por eso que suelo callar antes de compartir lo que anhela mi corazón?. Y fue una idea que creí por mucho tiempo. Hasta que hable y comuniqué mis sueños. Y bueno ciertamente al comenzar a hacerlo, poco a poco se fueron diluyendo.

Hoy en día ya no está lo que anhele tan fervientemente para mi vida. Aquello que comenzó de niña y fui abrazando a medida que crecía. Ha sido increíble como he ido aceptando y me he amoldando a algo que va más allá de mi imaginación y más allá de lo que alguna vez creí esperar.

Si hago memoria sobre este tema en particular, me doy cuenta que en estos últimos años, muchas veces declare “no vivo yo…”, “quiero hacer Tu voluntad”, “dame a conocer Tus sueños”. Y a medida que mi corazón comenzaba anhelar esto más que cualquier otra cosa, comenzó una obra misteriosa para mi, pero agradable para mi alma.

He tenido que ir aceptando cosas que no han sido agradables. Y más de alguna vez quise acabar toda esta idea tan nueva. Comencé a experimentar dolor, aquel dolor que no se puede describir. Son un sinfín de emociones que se vuelven lágrimas, y de aquellas que se pierden en el quehacer del servicio. Y recuerdo que una vez recibí uno de esos mensajes tan claros y reconfortador para mi corazón, queriendo decir que mis lágrimas están siendo guardadas en un lugar especial.

Hace muy poco, quise abrir más mi corazón, intentando hacer las cosas bien. Pero no esperé que detrás de esto, nuevamente pasara por una prueba mayor. De aquellas que te deja perplejo y sin ninguna emoción. Recuerdo que caminaba y veía tan larga la calle con sus árboles, como sin fin… anhelando llegar a mi destino, lo esperaba por mucho tiempo, pero a la vez quería desaparecer. Necesitaba llorar, pero debía continuar con la función del día. Fue muy duro y muy doloroso.

Hoy lo que logro ver, es que nuevamente fue roto mi alabastro en las Manos de Aquel que puede hacer todo de nuevo. Mi corazón estaba hecho trizas, y un dolor muy agudo existía en él. Sólo sé que me dijo a través de una persona: “Me perteneces”. Y pertenecer incluye tantas cosas inimaginables aún para mí.

“Me perteneces” escuché, y me quiso decir que debo corresponder, dejarme alcanzar, afectar, importar, corresponder y por sobre todo, dejarme tocar. Sólo colocó Su dedo sobre mí, y fui quebrantada por completo.

Ahora me encuentro nuevamente en el camino, continúo hacía la meta, aquella que anhela mi corazón y espera. Sequé mis ojos, y dejé nuevamente que encontrará la mirada de Aquel que conforta mi alma. Y aquí estoy, en las Manos del que hará de mí, la obra que sólo en su corazón continúa soñando. Y sé terminará para Su Gloria.


El Señor nunca permite el sufrimiento a menos que tenga un propósito hermoso. Y él da las fuerzas para soportar.


“Porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón”. Eclesiastés 7:3b


"El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; Pero Jehová prueba los corazones" Probervios 17:3



miércoles, 11 de noviembre de 2009

Los sueños que sueño para ti...

Tú saboreas las lágrimas.
Tú estás perdida en el lamento.
Tú ves tu pasado;
Yo veo el mañana.
Tú ves la oscuridad;
Yo veo la luz.
Tú conoces tus fracasos,
pero Yo conozco tu corazón.
Los sueños que sueño para ti
son más profundos que aquellos a los que te aferras.
Más preciosos que la cosa más fina que conozcas;
y más reales que los tesoros que persigues.
Deja morir los viejos sueños
como estrellas que se opacan de nuestra vista.
Entonces, toma la copa que te ofrezco;
y toma profundamente de ella
los sueños que Yo sueño para ti.
Tú ves tu vergüenza;
pero Yo veo tu gloria.
Tú has leído una página;
Yo sé la historia.
Yo sostengo la visión
en que te convertirás.
Mientras creces en la verdad;
mientras aprendes a andar en amor.
Deja morir los sueños viejos
como estrellas que se opacan de nuestra vista.
Entonces toma la copa que te ofrezco;
y toma profundamente de ella
los sueños que sueño para ti.

lunes, 20 de julio de 2009

Este es el camino...


Pedí al Señor que me permitiera crecer en fe, amor y en toda gracia;
poder conocer más de su salvación y buscar con más ansia Su Rostro.

Fue Él quién me enseño a orar así y confío que Él ha respondido la oración;
pero ha sido de una manera tal que he estado a punto de caer en la angustia.

Pensé que en alguna hora favorable, Él contestaría de inmediato mi oración,
y por el poder transformador de su amor, subyugaría mis pecados y me daría reposo.

En lugar de ello me hizo sentir los males ocultos de mi corazón.
Y causó que los poderes feroces del infierno asaltaran mi alma;
hasta con su propia mano pareció tener la intención de agravar mi aflicción.

Frustró todos los designios propicios que tramé,
doblegó mi cordura y abatió mi orgullo.
Señor ¿Por qué esto?, clame tembloroso.

"Este es el camino", respondió el Señor. "Yo contesto la oración para recibir gracia y fe. Estas pruebas en tu interior Yo empleo para hacerte libre del pecado y del viejo hombre; además frustro tus designios de gozo terrenal para que puedas hallar
tu TODO en Mi"


Extracto de John Newton

viernes, 5 de junio de 2009

Tu mirada...



Señor...
¿Tú siempre me ves?
Y que fascinante es comenzar a imaginarse que hay una mirada que todo lo observa, que ni un latido de tu corazón pasa inadvertido ante Él. Que si comienzas tu día con un sentimiento equivocado, Él lo siente y se aleja. Y si tus pensamientos se conectan desde un comienzo con Él, se alegra enormemente porque es lo que espera de ti. Es una mirada tierna, una mirada que espera toparse con la tuya. Él te lleva en su mente desde el principio de los tiempos y espera pacientemente que le respondas.

Siempre queremos ser el centro de un pensamiento, ser el motivo de una historia. Soñamos con creer que siempre hay alguien que nos quiere alcanzar, que nos anhele.
Uno de estos días logre entender Tu mirada sobre mí. Me anhelas… y más que nadie en el mundo. Me amas y no hay quién detenga ese amor por mí. Cómo quisiera ser consciente todos los días de esto. Para impedir que la misma soledad se apresure a llenar mi mente de ideas contrarias.

Me fijé que en ese momento de revelación, Tú no quitabas ni un segundo Tu mirada de mí. Que andas como espía tras mi persona… Que muchas veces te reprimes de abrazar para no asustar mi corazón, que no siempre te reconoce. Que anhelas que me acerque a ti para recibir una caricia, una mano real entregando seguridad y consolación.
Eso eres Tú Señor, amor por todas partes, amor incomparable como dice una canción. Amor… Tú eres amor.

Y uno anda buscando quien de migajas, cuando estás a mi lado esperando entregarte por completo. Qué es lo que hace que seas tan especial, generoso y no te cansas de esperar. Es increíble pensar que existes, que eres real. Que sientes por mi lo que nadie podría sentir y que es un sentir verdadero. Tú no mientes, Tú no rechazas, Tú no quitas. Porque eres verdad, eres entrega, sólo te nace dar. Si, realmente eres un Príncipe, no un ¡Rey!, un Caballero, un Héroe. Mejor que cualquier personaje… ere el personaje de mi historia, el principal de mi vida. Llenas todo, por completo. Te preocupas de mí como nadie lo ha hecho, me enseñas, me encaminas.

Cuanto te siento… porque sí. ¡Te siento! Mi espíritu se estremece, mi piel se sacude, mi corazón te busca y te encuentra. Y sin que logre detenerme, comienzo a llorar delante de Ti, no me puedo contener… no puedo contener tu amor por mi. Se desborda, siento que me rompe. Pero sólo es un sentir… ¡y es real! porque estoy completa, somos uno… porque Tú eres el todo delante de mi imperfección, delante de mi ceguera, delante de mi egoísmo. Y no logro entender… Tú me miras. Tú continúas mirando mi corazón, observando mi vida. De verdad no te cansas de mi… por el contrario, me deseas como lo más importante, cómo tu propia vida, tu propio existir. Y te impregnas nuevamente, vuelves a mi corazón, porque ya he decidido, porque ya he escuchado… porque logro entender un mínimo de Ti… He logrado reconocer quién soy y ¡Quién Eres Tú!
"El Señor recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles". II Crónicas 16:9 (a)

lunes, 6 de abril de 2009

Maratón de AMOR...

Hace mucho tiempo que no me tocaba correr por amor...
Ayer fue uno de esos días, en que tan solo despertar significaba comenzar a repasar la agenda del día y ver qué cosa se podría cambiar. Todo no se puede hacer... Pero todo en ese instante era IMPORTANTE!!! porque se trataba de personas hermosas y de bendición para mi vida.

En fin, desperté tome mi Biblia y comencé a leer la parte final de Génesis, la muerte de Jacob. Estando en eso me llama mi hermano, avisándome que nos juntaríamos en media hora. Comencé a correr, en 40 minutos estaba saliendo de mi depto. Tome el metro... me tope con los que habían participado en la primera Maratón 2009, y recordé a mis amigos del sur que vendrían a correr... ¡¡Dios no pude ir a animarlos!!. Pero tampoco me hubiesen visto, más de 16.000 mil personas participaron en esta corrida. Y los tacos, bocinasos no se dejaron estar... Santiago entero estaba atascado jajaa. Gracias Señor porque está el metro, no me atracé a la cita. En el viaje me fui escuchando música, y el estar concentrada en ella me hizo pasar de largo de la estación que debía bajar... creo que sólo Dios y yo nos reíamos del acontecimiento... Vaya, saliendo atrasada y más encima me despisto.

Al llegar a mi primer destino lo primero que veo es a mi sobrinita hermosa, en brazos de su madre. La salude e inmediatamente la tome. Pero qué expresión de amor de Valentina, me toma la cara, se sonríe y comienza a comerme jajaa... Tan linda ella, le dió nervios verme, no sabía qué hacer conmigo. La amo... de verdad es un regalo de Dios.

Continuamos el viaje hacia la casa de mi mamá, nos estaban esperando. Salieron a recibirnos con abrazos y sonrisas, en especial de mis otros sobrinos. Cuando de pronto un bichito peludo y menudo sale al encuentro. La mascota!! era el perro nuevo de mis sobrinos. Era realmente una motita blanca, lindo y juguetón. Compartimos, reímos y nos sacamos fotos...

Las cuatro de la tarde... mamá me tengo que retirar. Obviamente no le gusto la visita tan corta, pero ella me entiende. Gracias a Dios por mi mamá, no tengo que darle demasiadas explicaciones, hemos aprendido a respetar nuestros espacios y tan sólo le comenté que tenía un seminario que para mi era importante. Y el estar nuevamente reunidos fue el regalo del día para todos. Gracias Señor...

Pero ahora necesitaba estar con Él. Me fui meditativa, algo agotada. Ya se notaba en mi cuerpo la falta de sueño y cansancio de los días anteriores. Pensé si llegar o no al encuentro y en el camino las cosas se veían algo peligrosa. Tome un bus con la mitad de hincha de la "U", todos gritando... era la barra en acción! Lo que me causaba temor era que nos asaltaran. Pero me hicieron reír mucho... al parecer se subían hasta el techo de la micro. En fin... demasiado animosos todos ellos. Y pensaba que todos estos jóvenes se juntan a gritar y darlo todo por un equipo de fútbol, en sus canciones decían que incluso se irían en "cana", pero la barra seguiría animando a su club favorito. Así son las cosas en el fútbol.

Me baje para dirigirme al encuentro de Alabanza y Adoración, iba atrasada para variar. Al llegar me fijé que estaba lleno pero aún no comenzaban. No sé... sólo cerré mis ojos y comencé a cantar, la música se escuchaba fuerte, potente... por más que alzaba mi voz se perdía en medio de la melodía. Fue hermoso, la Presencia de Dios estaba en medio de nosotros... solo importaba adorarle, comunicarle lo hermoso e importante que es para nuestras vidas. Hasta que nos llevó al quebrantamiento, a arrodillarnos en su Presencia. Salí en silencio, no quería hablar, necesitaba seguir disfrutando lo que se dio en ese lugar y en ese tiempo... que no fue tiempo, fue más que eso.

Tenía una llamada perdida, eran las 20.00 de la tarde. Era Jeannette, mi amiga de Lican Ray, necesitaba verla, necesitaba despedirme de ella y su especial familia, a quienes agradezco tanto. Pero tenía que llegar a mi depto a hacer el aseo, esos aseos de domingo. No sé cómo lo hice... después de haber estado más de dos horas alabando y adorando como María, me convertí en Marta afanada y agobiada. Dios si me hubieran visto... Hice la mitad de mi casa en una hora.
Luego tome una maleta y guarde los regalitos que les tenía. Salí para variar corriendo, tome el metro y me bajé en la Estación Santiago. Llegué al terminal y me estaban esperando...
Ellos son tan especiales, el no llegar me iba a doler el corazón. Volvían cansados pero contentos porque alcanzaron sus propias metas. De verdad pensé en irme con ellos... a esa hora mi estado no era el mejor. Necesitaba descansar. Y el sur es lo más hermoso que existe para apartarse y respirar aire puro, hermosos paisajes y en fin... Lo bueno de esta visita es que mi amiga quiere que anime a su hermano a que participe en la comunidad. Creo que Dios me ha permitido honrarle, porque ella quiere que sea como yo... que ame al Señor! Gracias Papito!!!

Volví a mi casa... aún debía terminar ciertos detalles. Pero estaba rendida, molida... y con apetito. Estaba todo cerrado, hasta el Mc Donald de la esquina... Pero el cansancio era más fuerte que el hambre. Así que llegue a tomarme una ducha y a dormir. Eran las 23 de la noche... Pero cerré mis ojos, agradecida de Dios. Porque sólo Él hace real estas cosas. En otro tiempo no creo que hubiese sido capas de tanto...
Ver a mi familia... quizás otro día. Ir a un seminario, bueno dan tantos en el año... Ir a despedirme de mis amigos... mejor llamarlos. El aseo en el depto. cumplí por amor a mis consiervas...

Termine agotada, pero contenta de saber que puedo hacer más por amor. Salir de mi, ensanchar mi tienda y alcanzar a disfrutar a quienes Dios ha puesto como bendición. Pero lo más importante que en el Encuentro de Alabanza... Dios me renovó con su infinito amor... Y me dio para seguir regalando y a montones...

"Me fijé que en esta vida la carrera no la ganan los más veloces, ni ganan la batalla los más valientes." Eclesiástes 9:11

"Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi
carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del *evangelio de la gracia de Dios." Hechos 20:24

Gracias Señor!!

lunes, 23 de marzo de 2009

¿Deseas salir a caminar conmigo?


"Mi presencia irá contigo, y te daré descanso." Éxodo 33:14




Es increíble pensar que desde que conocí al Señor, se ha convertido en el compañero tan anhelado y esperado. Recuerdo que me sorprendía que al caminar por la calles no me sentía sola, porque Su Presencia iba conmigo. Pero cuando necesitaba hablar, disfrutar o tan solo tener una "cita" muy especial con Él, decidía salir a caminar por el parque.

Pero lo más triste, es que no me di cuenta cuando dejé de salir con mi mejor amigo. Como que de pronto me vi envuelta en tantas actividades, responsabilidades y compromisos que dejé de disfrutar su compañía tan especial. Hasta que en una oportunidad me preguntaron si me gustaba salir con el Señor. Me quedé pensativa, respondí que sí. Pero ese sí se fue diluyendo en mis recuerdos. Porque fui consciente que desde hacía dos años que no disfrutaba con Él un paseo.

Me dolió reconocerlo, pero el Señor tan especial me mostró el motivo. Y no era principalmente las actividades, si no que la revelación de una noticia muy dura que recibí hace un par de años. Tanto fue el dolor que me provocó que inconscientemente me aleje.

Pero debo reconocer que comencé a extrañar demasiado esos encuentros...
Intente cuando caí en lo más profundo de mi desolación buscarlo, pero fue doloroso entender que mi necesidad no era tan sólo de compañía, sino de una nueva transformación dentro de mi corazón. Aquel día que intente salir a caminar, encontré un desesperado corazón cautivo del dolor y la soledad. Y logré despertar un pánico y una angustia muy grande que ya se estaba desatando al interior de mi.

Tristemente volví a mi encierro... Hasta que el Espíritu Santo comenzó a hablar dentro de mi, comenzó a hacer una cirugía mayor que estaba esperando. Poco a poco, a través de lágrimas, tropiezos, conversaciones y mucha oración, volví a descansar.

Tome mis vacaciones, me fui a esconder en Su Creación. Volví a respirar un aire fresco. Volví a sumergirme en su compañía. Que alegría fue salir a Su encuentro. Que dicha volver a sentir nuevamente su Paz. Recuerdo que me quede observando el cielo, frente a una vista maravillosa del lago. De pronto comenzó a nublarse, y cambiaron sus tonos, aún así no dejaba de verse hermoso. Mientras lo veía, Dios me decía que independiente de las circunstancias o de los cambios externos, Él siempre iba a estar esperando mi regreso. Respire profundamente mientras una lágrima caía en mi mejilla. He vuelto Papá, he vuelto a tu encuentro!!

Regrese a mis labores distinta, cautivada profundamente por su amor. Me di cuenta el gran tropiezo que puede ser nuestro yo. Y la ceguera que puede provocar los desiertos agrios. Pero lo mas importante, fue lograr entender que la Obra sigue. Y que Él tiene mucho que alcanzar a través de nuestras vidas. Fue una semana, desde mi regreso del sur, muy intensa, muy especial, muy llena de Dios.

Y ayer recibí una invitación. ¿Deseas salir a caminar conmigo?
Acepte nuevamente pasear con Él por el parque. Y fue mi dicha, fue mi alegría. Fue el reencuentro de una intimidad única.

martes, 3 de marzo de 2009

ME SOSTIENES

Hay periodos en la vida que definitivamente sólo vemos oscuridad y confusión. El corazón se desanima y las fuerzas decaen. Es increíble que tan solo pensar en el mañana suena agotador. Lo bueno es identificar lo que sucede. Ver fracasar los sueños y metas que eran el motor de nuestro norte, provoca en nuestro interior desolación…

En lo personal jamás había experimentado angustia de estar sola. Al salir una tarde a caminar, a buscar tranquilidad. Me vi en un momento desesperada, tome mi celular y comencé a llamar a mis amigas, una por una. Sin contarles lo que sucedía, me vi en un minuto colapsar, perdida… Termine en casa de una de ellas, el sólo hecho de estar con una persona, poder conversar y compartir me dio paz. Esto sólo era parte de los síntomas de lo que estaba viviendo.

Me preocupé, jamás había estado así. Siempre he disfrutado estar sola en compañía de Dios. Desde que lo conocí experimenté que su presencia estaba conmigo.

¿Pero por qué ahora no lo disfrutaba?

Desolación: Es tristeza, añoranza, soledad, aridez, abatimiento, desamparo. En fin, tantas cosas. Y todas ellas las sentía en lo más profundo de mi corazón. Me vi paralizada en mi vida, en este caminar, no veía esperanza, no tenía motivación.

Necesitaba ser confrontada… Se lo pedía a Dios constantemente, porque no estaba siendo el testimonio de una vida abundante. Y el sólo hecho de caminar con Cristo es vivir en abundancia.

Debía enfrentar esta desilusión, y escuche…

“Cuando Dios no hace lo que queremos, no resulta fácil. Nunca lo ha sido. Nunca lo será. Pero la fe es la convicción de que Dios sabe más que nosotros acerca de esta vida y de que nos llevará a través de ella. La desilusión o desolación es causada por expectativas no cumplidas. Y se cura con expectativas renovadas. La próxima vez que nos desilusionemos, no permitamos que nos sobrecoja el pánico. No hay que darse por vencido. Tengamos paciencia y dejemos que Dios nos recuerde que ÉL está en control de todo. Y que nada concluye hasta que no llegue el fin.”

Fue suficiente, hasta que una tarde escuché a una persona decir que tan solo necesitamos recibir un “te amo”. Y Dios siempre lo está susurrando o gritando a través de su creación. Vi correr lágrimas de mis ojos, me di cuenta que eso también necesitaba oír. A veces buscamos migajas, ser aceptados, queridos, sentirnos parte. Pero también es necesario sentirse lejos, solos y abandonados. Porque así Dios puede actuar sin preámbulos. Ciertamente hay convicción de quién está dentro de tu corazón, también sabemos que las caídas traen dolor… Y todo esto me llevó a meditar en lo siguiente:

“Estamos en una gran escalada. El muro es alto, y los riesgos son mayores. Diste el primer paso en día en que confesaste a Cristo como el Hijo de Dios. Él te entregó su arreo: el Espíritu Santo. En tus manos puso una cuerda: su Palabra.

Tus primeros pasos fueron confiados y seguros, pero con la jornada vino el cansancio, y con la altura vino el temor. Diste un traspié. Perdiste el enfoque. Perdiste el agarre y caíste. Por un momento, que pareció eterno, tambaleaste violentamente. Fuera de control. Fuera de dominio propio. Desorientado. Dislocado. Cayéndote.

Pero entonces la cuerda se tensó y cesó el tambaleo. Colgaste del arreo y te diste cuenta que era fuerte. Agarraste la cuerda y hallaste que en verdad era firme. Y aunque no ves a tu guía, lo conoces. Sabes que es fuerte. Sabes que impedirá que te caigas…”

Si!!! Así es. Sientes por momentos caer en un gran precipicio… Pero ciertamente esta Él sujetando tu vida. Ha sido un tiempo de caminar a oscuras, paralizada completamente. También este proceso ha provocado golpes inesperados para quienes están cerca. Y siempre son las personas que más queremos.

Pero sé también que todo esto nos permite anhelar más… renovar nuestras expectativas. Y hoy recibí a través de un sueño, un renuevo de mis deseos. Un norte claro que sé, llegará tarde o temprano. Me vi caminando con cientos de personas por un pasillo cálido, amplio. Pertenecía a una casa grande, como una finca o hacienda. Estaba hecho de madera color claro, lleno de luz. Un lugar seguro, mientras avanzábamos sabíamos que nos esperaba algo mejor al final. De pronto se abrió una de las ventanas y los que pasábamos por ahí, disfrutamos de un paisaje maravilloso, indescriptible. Tal era su hermosura que daba paz. Sé que era el lugar dónde está nuestra morada. Dónde nos espera una vida mejor… la eternidad.

Gracias, gracias Señor. Gracias por darme un renuevo, gracias por mis amigos, en especial quién sin lugar a dudas me ha hecho creer que hay cosas que sí se pueden disfrutar y anhelar. Me escribiste para darme ánimos, para consolar mi corazón, para hacerme reír. Sé que de aquí a unos meses seré testigo de muchas bendiciones para tu vida. El Señor me ha regaloneado con tu vida… y con la música que has enviado. Llegarás muy lejos porque así Dios lo quiere!!

“Me sostienes cuando estoy cayendo, me das la mano cuando a nadie encuentro.

Cierro mis ojos y sé que a mi lado Tú estás, y con la fe de un niño, a ti mis manos quiero alzar… abrázame…”.

¡¡Señor para ti la Gloria y Honra!!


viernes, 2 de enero de 2009

El amor cubre multitud de pecados...


Restaurar un corazón, restaurar una relación, restaurar una vida... La única manera de lograr esto es dejarse "tratar" en las manos del Maestro. Mi pasado esta copado, como muchos, en heridas procedentes de desilusiones y por sobre todo abandono. Quizás lo último es lo que poco a poco Dios, de una y mil formas, ha sacado a luz en diferentes situaciones para lograr cerrar por siempre la herida. Qué frágil podemos ser y no darnos cuenta, producto de las murallas que levantamos. Pero que hermoso es ver que nuestro "amigo consolador" tan fiel y leal, pone nombre a cada dolor, a cada desilusión, a cada trato en nuestro caminar.

Hoy recordaba las líneas que escribió un amigo, tan certeras en su declaración, dice: "Un martilleo, una lágrima, otro golpeteo, saltan mil preguntas, otros dos martilleos. Al fin la obra maestra está acabada. Duele crecer, madurar. El trato del Maestro no siempre es grato: nos confronta, nos quebranta, nos hace llorar, pero qué dulce son las lágrimas cuando brotan de un corazón tocado por la mano de Él, que nos lleva a ver cómo somos, y lo que seremos al final de este trato, lo que siempre soñó que fuéramos..." Es por eso que a pesar de nuestro peregrinar en esta tierra, nuestra Esperanza, nuestra meta final es Cristo.

¿Qué sucede si no logramos alcanzar nuestros sueños, nuestras metas? O quizás pensar que hay otras cosas por las cuales preocuparse en esta vida. Sin duda comenzamos a dar pasos muy alejados de la Buena Voluntad de Dios. Y se hace realidad poco a poco lo que dice Proverbios 13:12a "La esperanza que se demora es tormento del corazón". Y es así como continuamos hasta que de alguna forma Dios se manifiesta a través de una Palabra, un amigo, etc. Él sabe cómo tocar nuestro corazón, nos conoce y con paciencia comienza a encaminarnos por la vereda correcta.
"Busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios" (Colosesnses 3:1), un mandamiento directo para que pongamos nuestro corazón en el cielo. Y es ahí donde siempre debe estar nuestro corazón, cuando lo tomamos nuevamente en nuestras manos se pierde el norte, quedamos a la deriva e intentamos arreglar las cosas a nuestra manera. Nos desgastamos y hacemos daño.

Te invito a que medites en qué cosas has estado últimamente abrazando dejando de mirar el norte que es Cristo Jesús. Pídele al Espíritu Santo que escudriña hasta lo profundo del corazón, que muestre poco a poco a aquello que hoy está impidiendo que escuches y reconozca la Buena Voluntad de Dios.
Y recuerda..."Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios", (1 Corintios 2: 9b-10).